El Marketing en lo Cotidiano
Si pensabas que el marketing solo era fundamental dentro de las empresas, has vivido en un error…
En los últimos años, hemos estado constantemente expuestos a publicidad y campañas de empresas grandes, y por más que lo intentemos, no podemos luchar contra las garras de la publicidad. Esta es la realidad: el marketing tiene un gran impacto en nuestra vida diaria.
La mercadotecnia existe desde los inicios de la vida moderna, y tenía antes como principal objetivo conseguir aumento de ventas en donde sea que fuere aplicado. Hoy día, este sí es un objetivo de la publicidad, pero ahora el marketing no solo busca vender el producto, sino también, busca despertar emociones en el consumidor. Busca analizar y entender a su mercado meta, creando de esta forma una conexión más personal.
Es por eso, que ahora el marketing actúa en cada área de nuestra vida, y si no lo hiciera, no desearíamos tanto ese perfume Chanel, ese bolso Fendi, esas botas Valentino, y no nos haría tan feliz el tenerlos y usarlos.
Ahora, para verlo desde un punto de vista más cotidiano, sin el marketing, no tendríamos un detergente para lavar trastes favorito, un shampoo, cepillo de dientes, papel higiénico, entre otros artículos de higiene personal que fueran de nuestra preferencia. Tampoco tendríamos un consultorio médico de confianza, ni supermercado, ni un restaurante favorito, nada que se nos pueda ocurrir, en realidad.
Todos estos elementos llegan a nuestras vidas y nos llenan el ojo porque ya hemos sido estudiados y analizados para que precisamente estos elementos cumplan con nuestras expectativas y necesidades.
Esto es lo asombroso del marketing, que busca meticulosamente introducirse en lo más profundo de la mente humana para entender sus deseos y necesidades para otorgarle eso que busca en forma de un artículo. Lo cual es revolucionario, porque si antes se buscaba enfocarse en el artículo que sería ofrecido a un individuo, ahora el enfoque es el individuo que hará uso de un artículo, y de ese modo, se le puede ofrecer no solo un artículo a ese individuo, sino miles.
La publicidad es el puente entre ese artículo que necesitamos o queremos y nosotros, es un puente que nos puede llevar a distintas direcciones mostrándonos todo lo que el mundo tiene para ofrecer, y el marketing es ese imán que nos atrae a ese artículo que necesitamos en nuestra vida, pero también es el tomógrafo que ya capturó lo que hay en nuestra mente, y por eso sabe qué puede atraernos tomando como punto de partida una simple necesidad.
En este juego, no hay límites, porque el motor del marketing es la creatividad por eso,
En el marketing, como en la guerra y el amor, todo se vale.
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